Estudiantes que evidencien:
● Capacidad para vivir conforme con su filiación divina, dando testimonio de su fe.
● Una conducta fundada en una permanente búsqueda de la Verdad, en una conciencia moral y en una jerarquía de valores que tienen como eje el Bien y el servicio al prójimo.
● Actitudes auténticas y coherentes en el pensar, el decir y el actuar.
● Capacidad para asumir y descubrir su propio proyecto de vida.
● Apertura al diálogo, respeto y estima por los demás, manifestando equilibrio afectivo y una actitud alegre, generosa, empática y solidaria.
● Sinceridad y cordialidad en el trato con los demás, desde el manejo de sus emociones..
● Capacidad para ejercer una libertad responsable.
● Juicio crítico y creativo, con actitud reflexiva y de indagación permanente.
● Capacidad para reconocer sus propias posibilidades y limitaciones con actitud humilde y abierta.
En la actualidad, con nuestro estilo de vida y misión, continuamos confiando en la transformación del mundo apostando por la promoción de la mujer y la educación de la niñez y juventud, encarnando el sueño de nuestra Fundadora, en los diferentes ambientes y situaciones de hoy.